Julio Cesar Rocha Idiaquez

Julio Cesar Rocha Idiaquez (q.e.p.d), nace el 16 de abril de 1929 en la ciudad de Diriamba, la cuna del fútbol en Nicaragua y del equipo “Diriangén” fundado en 1917. Fue en ese equipo “El Diriangén”, donde “El Negro Julio” a los 10 años encontró el lugar exacto para crecer y hacer realidad sus sueños de niño. Hijo de Matilde Idiáquez Alonso y Pedro Pablo Rocha Mayorga, inicia desde niño su carrera de futbolista, acción que en su juventud y madurez la transformaría en causa por el Diriangén y los jóvenes deportistas. Antes de integrarse al “Diriangén”, el Mercado Municipal de Diriamba fue uno de sus primeros escenarios para la práctica diaria del deporte que lo cautivó.  El tercer o cuarto grado de primaria ratifican el inicio de los primeros toques de balón en el mesón del mercado, junto a amigos como Luis Emilio Hernández, José León Zapata y Luis Chong. Una historia que se inicia en el barrio del mercado, soñando a Diriamba digna representante de la cuna de balompié nacional, la fue cristalizando paso a paso a través de acciones que para él seguían siendo estratégicas para la formación de la juventud en el deporte. Su amor al fútbol lo describió de manera simple a los 13 años, cuando se sacó el premio mayor de la lotería nacional y únicamente le pidió a su mamá Matilde Idiáquez Alonso  “una bola de fútbol profesional, de la  superior”,  “a lo mejor  la única en todo el pueblo”. Jugador infatigable de las Ligas de Fútbol de La Salle- Instituto Pedagógico de Diriamba, su pasión por el fútbol y el billar obligó a su madre a internarlo en la Escuela Normal de Varones de Managua.

  • Jugador destacado por sus habilidades como extremo derecho-posición que jugó en el Diriangen desde su debut en Primera División a los 18 años – desarrolló además cualidades de líder conductor del equipo, ocupando durante 8 años consecutivos el cargo de capitán.
  • Como Seleccionado Nacional para los Juegos Centroamericanos y del Caribe viaja a Guatemala, Costa Rica y permanece durante 8 años en su condición de Seleccionado Nacional.
  • Conocido en el ambiente deportivo como “el Negro Julio” la potencia de su pierna derecha hizo exclamar de alegría a su barra ante Santa Cecilia y otros rivales.
  • “Cuando tomaba el balón era difícil enfrentarlo.  Sus disparos al marco eran cosa seria”.  Comentó Salvador Dubois, que recibió el último gol de este gran jugador. “Fue un trallazo salvaje, que no pude detener, fue espectacular ese gol” comentó Dubois en esa misma ocasión. Por su incidencia en el juego, por su autoridad y contundencia en sus disparos, está considerado por muchos como uno de los mejores de todos los tiempos.
  • A su retiro como jugador le siguen nuevos compromisos que mantuvo a lo largo de su vida, como director técnico de la Selección Nacional y Selecciones Juveniles y Mayores.  Participó en Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, eliminatorias olímpicas y en torneos organizados por la CONCACAF.
  • Su visión amplia del conjunto, del compañerismo, de los aspectos humanos individuales, la motivación y el ánimo que imprimía a los equipos dio como resultado que la Selección Nacional obtuviera en los primeros Juegos Centroamericanos el Segundo Lugar y Primer Lugar en los Juegos realizados en Panamá.
  • “Lo que más aprendí de él fue la perseverancia, buscar la pelota siempre y su optimismo contagioso” afirma Cairo Arévalo Baltodano, jugador destacado y Seleccionado Nacional en la década de los setenta.
  • En la década de los ochenta, su agenda de trabajo recoge el montaje de Campeonatos Departamentales de Fútbol.  El torneo departamental realizado del 9 de marzo al 14 de julio fue inaugurado en Estelí, con la participación de siete equipos montado por la FENIFUT.
  • En febrero y marzo de 1986, mantiene como único punto de agenda la construcción del Estadio Nacional de Fútbol e inicia los primeros trabajos que más tarde concluiría como Alcalde de Diriamba, impulsado y gestionado por él en el año 1990, fecha en la cual la Unión Centroamericana de Fútbol (UNCAF) le otorgó un reconocimiento por su contribución al desarrollo del Fútbol y por haber impulsado la construcción de este Estadio.
  • Mucho tiempo atrás, construyó el Club Equipo Diriangén en los terrenos donados por Don Crisanto Briceño, ubicados frente al Teatro González de Diriamba.
  • Un sueño le quedó pendiente a su partida el 26 de enero del 2001.  La construcción de la Escuela de Talentos, obra que cristalizó su hijo Julio César Rocha López, Presidente del Comité Olímpico Nicaragüense y de FENIFUT.  Esta obra fue inaugurada el 24 de abril del año 2002 con la presencia del Sr. Joseph Blatter, Presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).  La Escuela de Talentos de Diriamba, lleva el nombre “Negro Julio”, en su honor.
  • Ingresó al Salón de la Fama del Deporte Nicaragüense, en la categoría de Atleta en el año 2005.
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