Agustín Castro Flores

Agustín Castro Flores nace en Masaya un 5 de Febrero de 1909. Hijo del Sr. Simón Castro Cajina y la Sra. Juana Flores de Castro. Brilló en el San Fernando a partir de 1927 que fue cuando se incorporó al representativo histórico de Masaya. Obtuvo el liderato de bateo en la Serie Final de la Primera Liga Post-Terremoto del Pacífico en 1931, con promedio de .333 seguido del Chino Meléndez, del Boer.

En 1933 se incorporó al poderoso Esfinge, militando con peloteros de Masaya y Granada, jugó contra el Cueto Cubs. En este mismo año, cuando el primer ex grandes ligas Manuel Cueto viene a jugar a Nicaragua, ya Agustín es el jardinero central del equipo de Masaya.

El partido contra el Cueto Cubs, en el que participa, se considera histórico por dos razones: Que al Cueto Cubs nadie le metía la mano, quedaron en marca 25-1 en su gira por Nicaragua. Ese día casi gana Nicaragua y con un lanzador nuevo. La otra, porque cada uno de los tres jardineros enfrió a un corredor cubano en las bases. Entonces por un gran tiro de Agustín Castro fue enfriado el cubiche José “Cheo” Ramos, a quien llamaban el “zarza”. El partido terminó 2-1.

En 1939, pese a su baja estatura y escaso peso, sacó del Estadio la pelota, al conectar un jonrón espectacular a Manuel Vallecillo “Jagüita” Nunca se había visto algo similar, aseguró su compañero de equipo Goyito González. Robó cuatro bases a la mejor batería de Nicaragua, “Chino” Meléndez y “Canana” Sandoval.

En 1940 estuvo en el jardín central del San Fernando, cuando Alfonso Noguera “El Serpentinero” Solórzano lanzó el primer juego perfecto en la historia de nuestro país y por supuesto en 1942 cuando los Masayas se coronaron campeones de Nicaragua.

Fue Manager del equipo de béisbol de Rivas, Apagón y del Equipo Carazo.

Jugó con lo equipos: San Fernando, Esfinge, Capitán Delgadillo, Tigres del Distrito y Mayor Gasteazoro. Se consagró desde muy joven al ejecutar un triple play como short stop en Nindirí, Nicaragua. Capturó una contundente línea, impidiendo un extra-base él mismo pisó la segunda y completó su ejecución en tercera base, ya que estaban los costales llenos.

Declara Don Agustín, que “no se enseña a jugar béisbol, un hombre lento no puede convertirse en veloz, uno ya tiene cualidades naturales”. Admira a otro gigante de su época: Paco Soriano.

Era un hombre muy veloz, de buen brazo y poder al bate, por lo que llegó a ser el jardinero central del San Fernando durante muchos años.

Lo aplaudían siempre porque era la maravilla de Masaya, así lo recordó Carlos “Pichón” Navas en el programa de Julio César Miranda y Bayardo Cuadra, en la Radio 580.

Hay que mencionar la contribución de Don Agustín a la comunidad. Como fundador de la Cruzada Deportiva Alfonso Noguera, “El Serpentinero” Solórzano, la fundación de un asilo de ancianos “Sol de la tarde”. Miembro de “Manos que Ayudan”, Presidente de la Cruz Roja de Masaya y Tisma. Apoyó al Benemérito Cuerpo de Bomberos. Miembro del Club de Optimistas.

En su vida laboral se desempeñó como honesto y consumado zapatero. “La Moda Elegante” era el nombre de su taller, visitado por Roberto Clemente y otros famosos peloteros en 1972.

Fue un militante obrero, un intelectual autodidacta. Organizaba veladas en el Instituto Carlos Vega Bolaños de Masaya, donde lucía su oratoria, aparte de poesía, escribía artículos de opinión y algunos de índole deportiva.

Evoca a su madre y su herencia sagrada: la honradez. En testimonio escrito el 20 de noviembre de 1991, en Masaya, expresa que está muy satisfecho de lo que fue y que antes de morir quiere fundar un hogar para niños desamparados.